«Los afectos son siempre una búsqueda».
Ángel Gabilondo
Este libro es una declaración, no una confesión. Aquí se expone una forma de vida que bien pudiera ser de cada uno de nosotros. No son fragmentos ni apuntes, son reflexiones completas de lo que podría decirse, que muestran una posición de afectos y de sentimientos, que a su vez son pensamiento, en una carta que no tiene final porque necesita de otro para ser escrita. Los afectos son siempre una búsqueda.
Sin fin es la evidencia de que nos ocurre algo que a menudo nos desborda y que tiene que ver con lo que callamos por pudor, por prudencia, por mantener nuestra intimidad, con la pulsión que nos obliga a decir, a crear, a conocernos y a darnos cuenta de que hay ciertos asuntos que sólo se conocen cuando se hablan.
Avalado por la respuesta a sus anteriores obras, Alguien con quien hablar y Contigo, Ángel Gabilondo vuelve a promover en Sin fin la palabra honesta y certera, no sólo para transmitirnos lo ya pensado, sino para sugerirnos lo que podemos llegar a pensar. Una obra que nos revela que hablar y escribir pueden ser además de una mera proyección de hechos, deseos o sentimientos la creación constante de otras posibilidades y, por encima de todo, de nosotros mismos.