¿En qué se parecen los pibes que en 1905 fundaron Independiente y los
hinchas de hoy? Se vestían, hablaban y hasta vivían distinto; el fútbol
tenía otras reglas y ni siquiera podían seguir los partidos por la
radio. Pero a aquellos hinchas del Rojo y a estos de hoy los unen, como
eslabones, los goles de la Chancha Seoane, los de Erico, el arte de
Grillo y compañía, los campeones de las Libertadores, el Bocha, las
gestas en Roma y en Córdoba, el equipo del Tolo, la alegría de ver en la
cancha al Kun Agüero. Los fanáticos de hoy siguen a los que ayer
vivieron otra parte de la gloria de 43 títulos en Primera, en la
Argentina y el mundo. Unos aprendieron de los otros qué significa ser
del Rojo. Nada de eso cambio en estos más de cien años de grandeza: se
trata de querer a los que van al frente, juegan bien a la pelota,
superan las adversidades y las convierten en hazañas. Esa es la historia
de Independiente. Lo demás son anécdotas o pequeñas pesadillas que
anuncian grandes su