El anciano Dorian Leblanc volvió de nuevo a París un frío día de Otoño acompañado de su nieta Eva, su final estaba muy cerca y él lo sabía, su corazón y su alma le pedían hacer aquel último viaje, un viaje lleno de recuerdos, nostalgia y tragedia, donde la conoció a ella, el amor de su vida, en plena segunda guerra mundial.
Él, un joven soldado canadiense que nunca había salido de su ciudad. Ella, una preciosa chica francesa de buena familia, que por razones que solo el destino conoce se vieron forzados a encontrarse. Aquella ciudad donde vivieron un amor único, sincero y lleno de pasión, donde se descubrieron a ellos mismos y donde experimentaron lo mejor y lo peor del ser humano. Ahora muchos años después aún tiene que hacer frente a un presente que
le exige respuestas.