Un día, los habitantes de la Ciudad se despertaron para ver que habían sido conquistados por la niebla, la noche y el Silencio. No les dieron importancia, pensaban que aquello tan extraño desaparecería pronto, que el día volvería otra vez y que el frío se marcharía y todo terminaría por ser igual que antes. Sin embargo, no tardaron en relacionar esos elementos con una hermosa y extraña música que, cada noche adivinada, salía de la casona del número veintidós.
Pero la niebla, la noche y el Silencio no trajeron solo el frío y la música. También fueron responsables de las extrañas muertes que estaban volviendo loco al Inspector de Policía, más preocupado por su colección de sueños que en encontrar al asesino.
Esta es una novela que habla de música, de Invierno, de personajes extraños encadenados a sus manías, de pianos construidos con maderas naufragadas, de seres de físico descompuesto y, sobre todo, del Silencio que un músico construyó entorno a su figura para perfeccionar la Soledad de la que ya formaba parte.