Celia se encuentra mal. El hecho de ser la única sin pareja del cuarteto la sitúa en una órbita diferente de sus compañeras y la aleja de ellas. Además, está cansada de una situación familiar que no comprende, con su padre enfermo y una madre dedicada enteramente a su cuidado. Pocas cosas la reconfortan, como una charla con su amiga Cloe y el encuentro habitual con un músico callejero.
Pero conocer a Martín Rojo, un estudiante de periodismo que realiza un reportaje fotográfico sobre músicos callejeros, dará otro sentido a su vida.