Frente al lenguaje científico, preciso, conciso y concreto, en el creativo literario las palabras tienen que tener duende y magia. La magia de las palabras, un concepto que ya han expresado escritores de gran prestigio internacional, como Ornan Pamuk, representa la capacidad que tienen las letras para organizarse en palabras, éstas en frases y, finalmente, las frases en escritos, de forma tal que pareciese que un extraño duende se encargaría de tal menester y que uno no necesite nada más que realizar el trabajo de elegir las palabras y colocarlas sobre el papel: si se ha optado por las adecuadas, el duende actuará y las organizará en hermosos cuentos. Este libro de relatos es un intento esforzado de llamar la atención del duende de la magia de las palabras. Si se ha conseguido o no ya está en manos de los lectores. Por mi parte, yo he recorrido espacios diversos tratando de encontrar lo que buscaba: el mundo real, el universo de la ficción, el que ha vivido mi experiencia vital: a veces me he transformado en un crítico de la sociedad y en otras un admirador de ella. He tratado de ofrecer al duende un amplio espectro de palabras y de temas para que él tenga donde elegir para ejercer su magia. A partir de este momento nada de lo que está escrito en este libro me pertenece. Las palabras, las oraciones, las ideas, e incluso la magia que pueda encerrar, son de los lectores.