En 1855 un terremoto de magnitud 6,9 asola Japón. Se contabilizan decenas de miles de víctimas mortales. Al tiempo, la peste se propaga por todo el país. Es una época convulsa y violenta, en que los criminales campan a sus anchas. En este clima, dos hermanos de 10 y 14 años se encuentran de pronto solos en el mundo y juran sobrevivir sin ayuda de nadie.