¿Tu novio acaba de pedirte que te cases con él? ¡Felicidades! ¿Todavía estás bajo los efectos de ese maravilloso anillo de prometida que luces en la mano? Pues disfrútalo, pero no te olvides de que en breve tendrás que pensar en la preparación del gran día, y no se trata de una celebración cualquiera.