Podría decirse, pues, que esta colección de aforismos es el resultado de treinta años dedicados a preguntarse y explicarse la realidad. Su disposición en cuatro partes sugiere un asedio ordenado a cuanto nos intriga de nuestro complejo entorno: la Realidad («¿es el azar un producto de nuestra ignorancia o un derecho intrínseco de la naturaleza?»), la Vida («un raro estado de la materia inerte»), el Conocimiento («una representación finita de una complejidad infinita transmisible por vía no genética») y la Civilización («la ética es la estética del comportamiento»). A ratos vademécum de reflexiones autosuficientes, por momentos pequeño tratado con mínimos desarrollos lógicos, estos quinientos pensamientos sobre la incertidumbre sorprenden por lo novedoso de su perspectiva y por la agudeza con que tratan del azar y del tiempo, del arte y de la ciencia como formas complementarias de conocimiento, o de la convivencia y la transmisión de saber como pilares de una comunidad civilizada.