Branch, heredero de una familia de la clase alta sureña, lleva tres años dando clase en el instituto de Lakeland cuando descubre que, entre los alumnos de su popular curso sobre la naturaleza del mal, se encuentra Eddie Miller, el hijo de un hombre que tiempo atrás torturó y asesinó a una muchacha de la localidad.
Una indiscreción del profesor hace que Eddie sea detenido por el secuestro de una compañera que pocos días después aparece sana y salva. Por ello, cuando su pupilo recobra la libertad, Branch decide ocuparse personalmente de acabar con el estigma que marca su existencia. El primer paso consiste en encargarle la redacción de un trabajo que le permita hacer las paces con el recuerdo de su padre. Pero, mientras cumple con su cometido, Eddie comienza a sacar a la luz una serie de recuerdos a los que los habitantes de Lakeland preferirían no tener que enfrentarse. Y Jack Branch no tardará en descubrir que ni siquiera él y los de su sangre se encuentran libres de culpa.