Este caso ilustra de un modo trágico, la destrucción de las instituciones estatales de la II República a manos de los partidos revolucionarios en el verano y el otoño de 1936, y su sustitución por grupos irregulares apresuradamente reclutados entre las milicias populares, que sembraron el terror en la retaguardia. La aportación de la autora al conocimiento de dicho proceso resulta decisiva, y arroja luz sobre una época crucial en la historia de los cuerpos policiales españoles, insuficientemente estudiada hasta el presente. Reconstruye la trayectoria profesional del inspector Yanes y de los agentes Del Río Olivera, López Fernández, Suárez de Figueroa Cazeaux, Forcada Maroto y San Martín de Paz, en lo que constituye un brillante ejercicio de microhistoria sobre un conjunto limitado pero representativo de policías pertenecientes a tres generaciones distintas, cuyos orígenes sociales, formación y desempeño profesional ofrecen una muestra característica, no ya de la Policía española, sino de los cuerpos policiales de la Europa de entreguerras. Desde el profesional curtido desde su primera juventud que asciende paso a paso en el escalafón funcionarial, al señorito tarambana de familia bien, pasando por el antiguo seminarista o el joven de extracción humilde, autodidacta, que prueba o simultanea diversos empleos hasta encajar en la exclusiva dedicación al trabajo policial. El microcosmos de la bibe republicana proporciona una visión extensiva a la totalidad de la profesión, de gran riqueza sociológica y antropológica.