Argumento de Seis Conferencias : sobre la Tradición Marxista y los Nuevos Problemas
Se recoge en este volumen la transcripción de seis conferencias de Manuel Sacristán Luzón impartidas entre 1978 y 1985, el año de su prematuro fallecimiento. Todas ellas son una excelente demostración de esta faceta de su hacer público e intelectual, sobre cuya importancia se han manifestado personas tan diversas como Andreu Mas-Colell, Jesús Mosterín, Xavier Folch, Emilio Lledó, Juan Ramón Capella o Javier Muguerza.
Estas seis intervenciones del Sacristán tardío están relacionadas con una decisiva cuestión teórica y política analizada y sentida por el autor desde mediados de los años setenta: la necesidad de revisar (auto)críticamente, y sin límites previos, aspectos básicos de las diversas tradiciones socialistas transformadoras. Tres de los textos aquí recogidos responden a esta consideración: en primer lugar, "Sobre el estalinismo", cuyo coloquio, que aquí se incluye, es modelo de claridad, precisión y coraje ciudadano y filosófico; en segundo lugar, una conferencia impartida en México, en el invierno de 1982-1983, sobre la historia reciente del movimiento obrero en Europa Occidental y, finalmente, la que fue una de sus últimas intervenciones públicas, "Sobre Lukács", de abril de 1985, en la que Sacristán dialogaba, con admiración y reconocimiento pero con alguna arista crítica, con el Lukács de las Conversaciones con Kofler, Holz y Abendroth de 1966.
Para Sacristán, la tarea no consistía sólo en mirar determinados aspectos de la historia de la tradición sino en abrir puertas, ventanas y el máximo espacio posible a los nuevos movimientos, a las entonces nuevas problemáticas sociales: al ecologismo, al pacifismo, al feminismo y al antimilitarismo. Las tres restantes conferencias que aquí se incorporan responden a esta orientación: "Reflexión socialista sobre política de la ciencia", de 1979; "Las centrales nucleares y el desarrollo capitalista", de 1981, y "Tradición marxista y nuevos problemas", de 1983.
Sacristán consideraba que la dimensión y urgencia de los problemas exigía la conversión tanto en el ser como en el hacer del sujeto transformador: no era posible vivir ya del modo en que habíamos estado viviendo. No se trataba de perseguir una simple alternancia en la política de partidos institucional sino que debían buscarse nuevas formas de práctica política, una política alternativa en cuyo horizonte de transformación social se situara lo que para él fue finalidad básica: "No se debe ser marxista (Marx); lo único que tiene interés es decidir si se mueve uno, o no, dentro de una tradición que intenta avanzar, por la cresta, entre el valle del deseo y el de la realidad, en busca de un mar en el que ambos confluyan".0