La realidad, no obstante, nos indica que los cambios de toda índole, propiciados por el fenómeno de la globalización, están creando nuevos espacios, nuevas formas de conflicto que se suman a los ya existentes. Tales metamorfosis tienen un evidente impacto en las políticas de seguridad; han modificado el concepto, los espacios y el sentimiento de seguridad y por ende las condiciones, las estrategias y el entorno en que se pueden desarrollar dichas políticas. En este contexto se recomponen las áreas de poder y aparecen diversos actores que interactúan y se organizan con formas prevalentemente reticulares (en detrimento de las jerárquicas). Los apreciables aspectos positivos, que sin duda existen, no deben llevarnos a engaño respecto de las tendencias autoritarias de control social que se reflejan en estos nuevos espacios, desde los macro espacios, a menudo carentes de suficiente control democrático, hasta los micro espacios cada vez más receptivos a políticas de seguridad de corte administrativista y ordenancista, pasando por los espacios privados no siempre debidamente tutelados.
En este trabajo se trata de analizar dinámicamente estos elementos, con el propósito de ver cómo se producen los procesos de redefinición de conceptos como la seguridad, el orden o la inseguridad y en qué modo se ve afectado el mecanismo de formación de políticas de seguridad y su desarrollo