CON QUÉ CARA ME LLEGO
Si le pongo al verso rosas
y olvido las penas
de los que abajo quedan.
Si me dedico a cantarle a la belleza
y alabo a los pájaros que pían.
Si construyo medidas
frases
que agraden a estómagos repletos.
Si me voy por el mundo
explotando mis versos,
¿con qué cara me llego
delante de los hombres de mi pueblo?
LO TRISTE DE LA VIDA
La vejez no es triste,
lo triste es el recuerdo,
lo triste es la esperanza
que se pierde,
y la alegría que no regresa nunca.
Lo triste es el ¡adiós!
a lo de entonces,
aquello que se tiene
cuando los años
no pesan,
cuando los años
no arrugan, ni distnacian.
No es triste la vejez,
ni es triste la muerte que se espera;
lo triste es darse cuenta,
después de tantas luchas,
de las cosas invencibles
que se dejan.