A veces se sentía como una intrusa en su propia casa, pero su marido la colmaba de atenciones y su lado se sentía segura. Lo necesitaba. Marielle intentaba reconstruir su vida y el nacimiento de su hijo le infundió renovadas esperanzas. Sin embargo, la noche que secuestraron a Teddy, de nuevo la atenazó un sentimiento de culpa que pondría a prueba su entereza y su valor.
"Una historia preciosa, excitante e inolvidable."
Marie Claire