La leyenda cuenta que muerto Atahualpa última emperador inca, un fabuloso tesoro fue enterrado desapareciendo para siempre de la faz de la tierra, quedando oculto, en inmensos túneles subterráneos. Durante siglos, este misterio acompañó a cientos de aventureros deseosos por hacerse con el enigmático botín, siendo Bolivia y Perú los países más explorados en busca de aquella riqueza En 1974 Erich Von Däniken el autor del best seller ?El Oro de los Dioses?. declaró :?he descubierto, en la región oriental, provincia de Morona, Santiago, dentro de los límites de la República del Ecuador, objetos preciosos de gran valor cultural e histórico para la Humanidad que consisten en láminas metálicas que elaboradas por el hombre contienen la relación histórica de toda una civilización perdida de la cual el género humano no tiene memoria ni indicio todavía. Tales objetos se encuentran agrupados dentro de variadas y distintas cuevas, siendo de diversas clases en cada una de ellas?.La historia que cautivó a miles de lectores en el mundo, daba cuenta de un fabuloso descubrimiento realizado en una cueva del Ecuador, dónde se albergaría una biblioteca metálica compuesta por láminas de oro con escritura ideográfica desconocida, relatando la verdadera historia de la Humanidad Para refrendar este hallazgo se difundió un Acta notarial firmado por un expedicionario húngaro llamado Juan Móricz dando fé del descubrimient. A pesar de las críticas, el tema continuó generando fuerte interés y científicos ingleses y ecuatorianos emprendieron una ambiciosa expedición conjunta en 1976, con el único objeto, dijeron, de estudiar en profundidad el complejo subterráneo de los Tayos Lo cierto es queMóricz el presunto descubridor, se volvió un ser hermético y hasta el día de su muerte acaecida en 1991 evitó pronunciarse sobre la localización exacta del tesoro Han tenido que transcurrir casi cuarenta y tres años para que los Tayos, así como sus secretos andinos volvieran emerger de la mano de Débora