Argumento de Santos de Andar por Casa
"A fin de cuentas -escribía Chesterton-, todos los siglos han sido salvados por media docena de hombres o de mujeres que supieron ir contra las corrientes de la moda." ¿Cabe definición mejor de lo que son los santos que cada día pasan a nuestro lado, tosen, sudan, lloran, ríen, viven y se desviven con, entre, para, por los demás? Fuera y dentro de casa, muchos se preguntan dónde están los santos de hoy. ÁNo hay peor ciego que el que no quiere ver! ¿No será que nos avergenzan con el testimonio limpio de su vida? Nos molestan tanto... Este libro quiere ser todo lo contrario de esas falsas vidas de santos en las que se los pinta blandengues y acaramelados, cuando lo cierto es que son vidas que queman, ejemplos de fortaleza y de alegría, esa prueba del nueve de la santidad. ¿Por qué nos resulta tan difícil imaginarnos a un santo con vaqueros, o con chaqueta y corbata, o con blusa y falda, en los altares? He aquí un puñado de hombres y mujeres iguales que usted y que yo, sólo que santos. Hay de todo: reyes y labradores, gitanos y estadistas, abogados, arquitectos de sí mismos, periodistas y políticos incluso, personas de toda edad y condición, hijos fuertes de Dios. No nacieron santos. Se dejaron hacer santos por Dios día tras día. Plantean una pregunta sencillita: "Si ellos sí, ¿por qué usted y yo no?"0