El sufrimiento que padecemos no viene de Dios, sino de nuestros propios errores; Dios utiliza el sufrimiento que el hombre crea para sí mismo para hacer llegar el bien a la vida individual.
El Ser superior no conoce ni la enfermedad ni la limitación; conectando con él lograremos la verdadera sanación.
Este pequeño libro te descubrirá cómo conectar con esta fuerza amorosa, pues el amor, colocado en el corazón del hombre por el Creador, es el poder infinito, la suprema felicidad.