Eligió el seudónimo de Ka-Tzenik, que significa "Prisionero del Campo de Concentración", añadió el número que los nazis tatuaron en su brazo (135633), y habló en su nombre.
Una profunda y conmovedora lección para no olvidar.
En los diversos idiomas traducidos recibió una excelente crítica y acogida por parte de la prensa y de los literatos.