Basada en un suceso criminal publicado en la Gazette des Tribunaux, este titulo tiene, como todas las novelas del autor, un trasfondo histórico y social, la Francia de la Restauración en este caso. En ella se despliega la vida de Julien Sorel, un plebeyo provinciano de la Francia de la Restauración; inconformista, rebelde y que, gracias a su inteligencia, ha recibido del bondadoso cura de su pueblo una educación privilegiada. Ello, unido a su ambición, a su imaginación exaltada y al irresistible poder de seducción que ejerce sobre las mujeres, despierta en él la inquebrantable resolución de encumbrarse y hacer fortuna.
El ascenso y la caída de Sorel da pie a una vívida descripción de los defectos de una época que no ha ajustado cuentas con su pasado inmediato.
Aunque apreciada en su época por una minoría, obra cumbre de la narrativa del siglo XIX, sitúa al autor como el primer novelista de genio de la era burguesa, «el archinarrador ante el Altísimo», como decía Ortega y Gasset.
Paul Valéry dijo...
«Stendhal no se acaba nunca. No puedo pensar mayor elogio.»