Argumento de Roïns
Convocados al escenario de la novela, personajes, paisaje y argumento. Un sutil hilo los engarza, atrapa y encadena en un abigarrado universo, que como en una desenfrenada caja mágica de muñecas rusas, salta, de una a otra biografía, descubriendo luces y sombras, éxitos y miserias, acontecimientos sorprendentes, triunfos y fracasos, amores o desventuras. La Melissa, la Maragda, el "Niñolaespuela", el Clemente de Todos los Santos, la Veneranda y la Filomena, el gato "Chispitas", Buenaventura Corrientes, lÀscari, la Dorotea y tantos otros, concurren a la teatralidad más versátil de sus tortuosas vidas. Tragedia y humor se asientan en el paisaje rural de la Catalunya más genuina y profunda; naturaleza y aromas a lavanda, naranja o hierbabuena; intrigas y descabello; amor furibundo, sexo y fantasías descontrolados; modernidad avasalladora, austeridad vital; y brujería con magia pero ésta literaria abocan al lector a zambullirse sin descanso en un insólito universo tan plural como discordante, ameno, rural y paralelo. El Café Nou, la Plaza Mayor, El Casino, el Turó del Geni, el súper como bazar polivalente de los avituallamientos más diversos, la estampa del inevitable cacique del pueblo, la sempiterna Caixa destalvis local, los nuevos ricos antropófagos de crecimiento junto a la aparición de un desarrollo económico insostenible y la crisis consiguiente tras la desaparición de las mágicas nevadas en pleno estío, harán de conglomerado que fragua con una súbita invasión: la de cuantos vicios urbanos contagia la inmersión de la modernidad triunfante y las nuevas tecnologías en la aparentemente tranquila vida del mundo rural de El Pelló. No es de extrañar que el Pintor Ricard Notó, en esta ocasión, haya sustituido los pinceles por su pluma. Sucumbe a la estética pintando con exquisitez y maestría todo paisaje natural del terruño de casa nostra mediante la palabra. Y se afana en revelar, tras sutiles capas cromáticas, la idiosincrasia psicológica y oculta de sus personajes. Cotidianidad se da la mano con ficción e ironía. Y mundos tangenciales conviven, a la par, con realidades similares alineadas en un cuadro final, cual ordenados en un pentagrama onírico. Todo hace pensar que, en breve, continuará la segunda parte de esta saga del Valle dels Roïns. El cuadro está servido. Emilio Masiá0