Este libro se sumerge en el siglo XIX español - atravesado por la Revolución y la Contrarrevolución- a través del medio cinematográfico. El cine histórico es un desafio, una provocación y una paradoja porque aparentemente una versión literal del mundo nunca puede ser expresada literariamente, pero este género ha creado sugerentes, interesantes secuencias y hábiles metáforas, cuyo objetivo, en gran medida, ha sido comentar y desafiar las narrativas históricas tradicionales. El cine nos devuelve a una especie de inicio, de comienzo, de nueva relación con la Historia, de tal manera que, si bien nunca podremos conocer todo el pasado, podemos intentar reconfigurarlo y tratar de dar sentido a algunas de sus huellas. Además, las producciones cinematográficas no sólo nos hablan de la visión que los españoles tuvieron de su siglo XIX, sino de esos mismos años, de los valores imperantes y clandestinos, de las esperanzas y las apuestas pragmáticas, de las diversas culturas políticas.