Huérfana, chica de la calle, camello y prostituta ocasional, Olivia arrastra un pasado turbulento y un presente incierto. Con ella, la violencia y la corrupción del mundo llaman a tu puerta.
Pero el bien no es la otra cara del mal, así como tampoco el blanco es el reverso del negro. Olivia altera todos los puntos de referencia de los que la rodean.
Ingenua por naturaleza, libertina a su pesar, esta muchacha, castigada por la vida, rebosa energía vital y derriba todos los prejuicios.
En este libro agridulce, Marie Desplechin roza, sin temor a herirnos, nuestros aspectos más sensibles: las apariencias, las pequeñas traiciones, las concesiones sin importancia que ponen a prueba nuestra supervivencia moral.
Retrato de Olivia fue finalista al premio Goncourt y al premio Médicis en 1998.