¿Qué famoso compositor fue un sinvergüenza y un bastardo sin talento alguno? ¿El tercer movimiento de qué conocida sinfonía comienza con un perro aullando a la medianoche, luego imita las regurgitaciones de una cisterna de casa vulgar de clase media baja, y termina con un violonchelo tratando de reproducir el chirrido de una carretilla sin engrasar?
Repertorio de vituperios musicales es un recorrido venenoso por la historia de la música clásica.
Más allá de una exhaustiva muestra del despliegue de ingenio y la lengua viperina de los críticos musicales a la hora de arremeter contra las obras desde la época de Beethoven, este libro es a su vez una sutil crítica a nuestro ancestral rechazo de todo lo nuevo y desconocido. Además, el estilo meticuloso de los comentarios, que entran a valorar aspectos musicales curiosos y sutiles detalles de las piezas, no solo da fe de un increíble nivel en la crítica musical, que hoy hemos perdido, sino que además llevará al lector a escuchar de otro modo las obras maestras de la historia de la música occidental. Entre los eminentes críticos están George Bernard Shaw, Friedrich Nietzsche y Oscar Wilde.
«Liszt es una persona común y corriente con el pelo de punta, un esnob salido de un frenopático. Escribe la música más fea que existe.»
Dramatic and Musical Review, Londres, 7 de enero de 1843
«Beethoven les cogió el gusto a las disonancias poco eufónicas porque oía poco y de un modo confuso [...]. Las combinaciones más monstruosas de notas acabaron sonando, en su cabeza, como aceptables y equilibradas.»
A. Oulibicheff, Beethoven, ses critiques et ses glossateurs, París 1857
«La música de Wagner es la que más me gusta. Suena tan fuerte que uno puede hablar todo el tiempo sin que nadie oiga lo que dice.»
Oscar Wilde