Nuestra experiencia docente y las lecturas que hemos recogido a lo largo de los paseos que hemos dado por ciertas áreas del conocimiento, y que ahora nos gustaría compartir con quienes se acercan a estas páginas, nos han mostrado que toda una corriente de pensamiento, que se extiende desde la Antigüedad hasta nuestra más reciente actualidad, ha venido formulando un modelo de formación intelectual que bien pudiera ser la base para resolver los problemas a los que se enfrenta la cultura contemporánea. Es la deuda infinita que hemos contraído con aquellos pensadores cuya larga sombra se cierne sobre el horizonte de quienes han tratado de prolongar, en la modernidad, esa práctica perversa de la palabra escrita, de esa palabra que Platón llamó Filosofía, y que nosotros, en nuestro espejo imaginario, llamamos saber.