Saul Parenti siempre exige lo mejor. Por eso ha contratado a Giselle Freeman para que trabaje para él. Giselle posee una actitud glacial y una belleza fría. Pero para Saul resulta obvio que, bajo esa fachada polar, se esconde una pasión salvaje. Debido al trauma que sufrió en su primera infancia, Giselle construyó unos muros de acero alrededor de su corazón. Ahora está trabajando con el único hombre que puede poner en peligro sus defensas. Su mutua atracción sexual está en su punto de ebullición. El único resultado posible: una rendición total y absoluta que cambiará su vida.