Mediante el uso de la paradoja, la ironía y la sorpresa los Relatos absurdos nos adentran en lo cotidiano, lo humano y lo metafísico obligando al lector a hallar en cada relato su propio final, su propia conclusión. A medio camino entre el cuento breve y el aforismo, estos cuentos yuxtaponen tesis y antítesis, yin y yang, verdad y mentira, una aparente contradicción, un aparente absurdo que el lector descubrirá cargado de sentido.
Procurando alcanzar la máxima economía del lenguaje y desde una absoluta simplificación narrativa, los Relatos absurdos se transforman en pequeñas piezas de filosofía cotidiana cuyo eco en la memoria no será fácil acallar.