El infante don Fadrique segundo hijo del monarca Fernando III el Santo y de la reina Beatriz de Suabia, citado por los cronistas como el preferido por su madre, que aspiraba a que heredase sus territorios alemanes de Suabia, haciendo presumir que este sería el destino de Fadrique. Sin embargo, la muerte de la reina Beatriz y la extrema juventud de Fadrique, aconsejaron a Fernando III suspender de momento los contactos con el emperador Federico II Hohenstaufen ( primo de la reina Beatriz ), para hacer realidad los deseos de su difunta esposa, aconsejando suspender de momento el contacto con el emperador hasta que Fadrique cumpliera los diecisiete años. Llegado este momento, Fernando III de acuerdo con el emperador llegaron al acuerdo de que Fadrique emprendiera viaje a la Corte de éste. Siguiendo los deseos de la reina Beatriz, fue educado con este propósito, recibiendo una educación y formación adecuada a la fnalidad de poder llegar a regir en su día aquellos territorios alemanes. Desde muy joven acreditó conocimientos y cultura que le acercaban a su hermano Alfonso. Prueba de ello lo atestiguan dos testimonios que acreditan sus inquietudes y sensibilidad, mandando traducir al castellano una obra de incierto orígen oriental llamado Sendebar y, mandando construir a sus expensas tras la reconquista de Sevilla, la torre que lleva su nombre. En la reconquista de la ciudad y en otros escenarios bélicos acreditó su especial preparación militar. Tras la muerte de su padre y el acceso al trono de su hermano como Alfonso X, se verifcaron discrepancias entre ambos. Unido afectivamente a su también hermano Enrique, que enfrentado a Alfonso X se vio precisado a huir de la Corte, marcaría el momento en que Fadrique decidiría seguir idéntico derrotero yendo al encuentro de Enrique en la Corte de Túnez. Desde este momento, comenzará a percibirse la personalidad escurridiza, aventurera y cosmopolita de Fadrique. Se iniciaba así, el relato de un personaje culto, entrando en la política de guerra entre güelfos y gibelinos desarrollada en Italia. Enzarzado en todo ello, consigue conquistar Sicilia, pero mientras su hermano Enrique era detenido, él consigue huir y se refugia en la Corte de Túnez, allí le sorprende la derrota y muerte de Luis IX de Francia, primo hermano de su padre Fernando III. De regreso en Castilla, asiste al declive físico y político de su hermano Alfonso X, situación en la que Fadrique parece erigirse en fgura emergente. Sin embargo, los tristes sucesos que sacuden los últimos años del reinado de Alfonso X, por causas no bien aclaradas, Alfonso ordena asesinar a su hermano Fadrique.