Landa encontró similitudes entre el cristianismo y la religión maya en lo concerniente a los sacrificios humanos y ofrendas de sangre. Asociando dichas ofrendas con el carácter sacrificial de la figura de Cristo que había dado su vida por la humanidad. En su madurez Landa se dedicó al estudio de la cultura Maya. La presente Relación apareció hacia 1566. Es una obra de referencia para entender el mundo maya.