Los cuadernos rehabilitan no sólo la caligrafía, sino las bases visoperceptoras y grafomotoras: psicomotricidad global y final, percepción, visomotricidad, grafomotricidad, grafoescritura, posiciones básicas. Se presentan de forma progresiva, hasta lograr que el niño ejecute una escritura fluida y legible.
Los cinco libros de que consta el método pueden ser utilizados por los niños en edad escolar, empezando por el nº 1 y debiendo realizarse progresivamente hasta el nº 5.
En cada libro se incluyen fichas que hacen referencia a los distintos trastornos que subyacen en la escritura disgráfica:
1. Los niños disgráficos tienen un perfil neuropsicológico distorsionado (su edad madurativa es inferior a la real).
2. El método antidisgráfico pretende ser un método activo y dinámico de corrección de los trastornos escritores, por lo que es aconsejable que se utilicen técnicas de rehabilitación psicomotoras.
3. La rehabilitación de la disgrafía no es un proceso inmediato. No se deben utilizar las fichas de forma masiva, sino realizando pocas fichas en cada sesión de trabajo.
4. Normalmente el niño disgráfico tiene una actitud negativa frente a la escritura. Así, se incluye un sistema de refuerzos y pequeños premios.