Mientras se enfrenta al declive de estas especies, Terry descubre que su madre padece cáncer, al igual que ocho miembros más de su familia antes que ella: son «el clan de las mujeres de un solo pecho». Todo ello parece una consecuencia de los ensayos nucleares realizados en el cercano desierto de Nevada. Así, mientras acompaña a su madre en la enfermedad, Terry se sumerge en una investigación sobre los devastadores efectos de la lluvia radioactiva.
El resultado es un libro extraordinario de una gran naturalista, en el que se entrelaza el destino de las aves y el de los hombres y mujeres golpeados, todos por igual, por una debacle ecológica. La crecida del lago y el avance de la enfermedad: fuerzas imponderables, a veces devastadoras, de una misma naturaleza, que nos recuerdan nuestra pequeñez y fragilidad. Pero, a un tiempo, estas fuerzas son las que pueden ofrecernos el saber más importante: al igual que las aves, debemos aprender a luchar y resistir en el seno de una naturaleza tan ciega en sus intenciones como bella en sus formas. Éste es el relato que da cuenta de esa lucha, escrito con una sorprendente austeridad poética que rechaza en todo momento la tragedia, conformando una formidable llamada a la vida.