Su propósito principal es captar el mecanismo de la opresión en las condiciones materiales de la organización social. Para este análisis invita a servirse de lo que considera el verdadero legado de Marx, el materialismo como método de conocimiento y acción. Una aplicación consecuente de este método lleva a descubrir las causas de la opresión en la estructura de la fábrica, en la especialización y división de funciones, no en el régimen de propiedad. Frente a la «religión de las fuerzas productivas» característica de la vulgata marxista y al dogma reconfortante del progreso como crisol mágico de la revolución, Simone Weil pone los cimientos para una nueva ciencia de la sociedad centrada en el estudio de la lucha por el poder y de la fuerza social. Sobre esta base, y en la época del auge de los totalitarismos, propone indagar las condiciones de una sociedad libre, en la que la capacidad individual de pensar y actuar, el «espíritu metódico», prevalezca sobre la máquina social y la colectividad ciega.