En Reduzcamos el papel moneda, uno de los más destacados economistas mundiales argumenta de manera persuasiva y fascinante una idea que hasta hace poco habría parecido extravagante: deshacernos de la mayor parte del papel moneda.
Aunque en las economías avanzadas la población utiliza cada vez menos papel moneda, hay más efectivo en circulación. Y todo ese dinero en efectivo alimenta la evasión fiscal, la corrupción, el terrorismo, el tráfico de drogas y de personas, y una inmensa economía sumergida.
Además, el papel moneda también puede entorpecer la política monetaria. Tras la reciente crisis financiera, los bancos centrales han sido incapaces de estimular el crecimiento bajando los tipos de interés por debajo de cero por miedo a que eso llevase a los inversores a abandonar las Letras del Tesoro y a acumular efectivo.
Esta constricción ha paralizado la política monetaria en prácticamente todas las economías avanzadas y es probable que sea un problema recurrente en el futuro. Rogoff ofrece una propuesta para eliminar gradualmente el dinero en efectivo y aborda las cuestiones que surgirían durante la transición, desde los miedos sobre la privacidad y la estabilidad de los precios hasta la necesidad de proporcionar tarjetas de débito subsidiadas a los más desfavorecidos.