Cuando Dray Carlisle apareció de improviso, Cass imaginó que había pasado algo grave. Llevaba sin verlo desde que habían roto su breve pero apasionado romance hacía ya tres años. Sin embargo, Cass no estaba preparada para la noticia que Dray iba a darle: la hermana pequeña de ella, a la que apenas veía, había muerto después de dar a luz una niña. Cass no podía darle la espalda a su sobrina ni a Dray... Y eso significaba que la fuerte atracción que había entre ambos volvería a formar parte de su vida de nuevo.