La partida a la que perteneció el guerrillero, integrada por miembros del Partido Comunista y del Partido Socialista, estaba liderada por Grande, comunista y combatiente de la Guerra Civil, teórico de la revolución, devoto seguidor de Stalin, y Gafitas, un hombre de acción, escéptico ideológicamente, un intelectual metido a guerrillero y también un personaje enigmático.
El objetivo del antiguo guerrillero al emprender el viaje es precisamente desentrañar la zona en sombra que oculta a ese hombre que desapareció justo antes de que la partida fuera evacuada para partir al exilio. Y la clave se la pueden proporcionar dos antiguos compañeros: un sepulturero anarquista y el Cojo.
Para Julián, volver es reencontrarse con un mundo periclitado que se mantiene intacto en su memoria y que rememora habitándolo con los recuerdos y las presencias de otra época. Y en el reencuentro con los compañeros se despejarán muchas claves que el olvido mantenía herméticamente selladas. Claves que dan cuenta de infiltrados, de ejecuciones ordenadas y no ejecutadas, de gerifaltes del franquismo que salieron de esta misma serranía llena de revolucionarios y luchadores.