Irene Ricart ha perdido el marido, la hija, la cordura y, casi casi, la vista. Y aun así se toma la vida con un característico humor que la ayuda a seguir viva, a aguantar el tiempo necesario para encontrar al asesino de su familia. Sabe cómo, lo ha leído en la portada de una revista cuyo titular parece una revelación: «¿Sabes que entre tú y cualquier persona en el mundo hay como mucho seis grados de separación?». Y así es: sólo tiene que encontrar la relación de las personas que la separan de quien acabó con la vida de sus dos seres queridos.
«La detective miope es una novela hipnótica, que no deja espacio para buscarle defectos, uno queda demasiado alucinado tras su lectura.»
Revista La Negra