Argumento de Razones para la Esperanza en Un Futuro Imperfecto
La revolución tecnológica y científica, el afianzamiento del sistema capitalista, dirigido al aumento del poder de los mercados en detrimento del de los estados, las guerras armadas y "frías" y el desmoronamiento de los regímenes comunistas, son los hechos que configuraron el siglo XX. Tras él el vivimos en un mundo más peligroso pero también con mayores posibilidades de comunicación, de información, de educación...
Pero las amenazas que pesan sobre nosotros, como una distribución de la riqueza cada vez más desigual, tanto entre el Sur y el Norte, como dentro mismo de las sociedades del mundo rico, la pérdida de los derechos como la seguridad social o la regulación del poder de las empresas por políticas e instrumentos públicos y al alcance de la ciudadanía, requieren soluciones en pro de un progreso que nos lleve a un mundo más justo que: globalice la igualdad de oportunidades, derechos y obligaciones; la distribución de la riqueza; el respeto por las culturas, todas, y no la hegemonía de una sobre las demás; y un desarrollo sostenible para la preservación del medio ambiente.
Estas soluciones son las que Luis de Sebastián plantea, aportando ejemplos de prácticas nuevas que ya se están llevando a cabo, y sobre todo haciendo énfasis en las económicas, sin olvidar hacer un repaso a las ideologías que son la base de la acción económica para después pensar nuevas alternativas.1