«Mitología imprecisa del escritor que dedica medio día a la literatura y la otra mitad al periodismo. Una casa junto al mar o resguardada entre las montañas, largos fines de semana con algún cuerpo femenino, elástico y cómodo, en la cama, en la cocina, hablando de libros. Compensar la gravitación insular de Mallorca con idas y venidas a Barcelona y Madrid. ¿Escribir u opinar? ¿Literatura privada o escritor público? Leer, sobre todo.» En 1985 el joven Valentí Puig se confiaba así a su diario. Aquel año la tensión de la guerra fría empezaba a aflojarse mientras en España el primer gobierno socialista de su recuperada democracia preparaba su ingreso en la Comunidad Económica Europea. En Ratas en el jardín las anotaciones sobre la vida pública se alternan con las entradas más personales: amores, amistades, vivencias, lecturas, anhelos, recuerdos familiares. La sabiduría con que el escritor contempla la vida que le rodea y la exactitud de sus palabras llenan de sinceridad estas páginas.