Harper, rico minero de Carson City aficionado a las antigüedades, compra el ataúd que le aseguran que perteneció al Conde Drácula y lo lleva a su finca museo del desierto, donde guarda algunas de sus innumerables colecciones.
Los movimientos enla finca son observados, casualmente, por una banda de forajidos que pernoctan cerca de él. Al estudiar los turnos de las guardias que se mantienen, y los comportamientos de la gente que allí reside, sospechan que protegen una importante cantidad de riquezas.
También, en otra finca no muy lejana del primero, unos hermanos cazarecompensas intentan controlar a un detenido por ellos para cobrar la suma que el Gobierno ofrece.
Cuando uno de los guardianes de la finca museo, asegura haberse cruzado en el porche de la casa con el Conde Drácula, se desata la locura.