Algo aterrador, pérfido y sobrenatural prometía asolar las montañas de Sverdet, y tan sólo un hombre sería capaz de sobreponerse a tan despiadada realidad. Alguien de alma oscura y corazón noble. Alguien, que incluso con las manos manchadas de sangre, tuviese el coraje suficiente para luchar contra lo que nadie estaba preparado. Trym Forsberg, el guerrero más sanguinario de Escandinavia, debía enfrentarse al Ragnarök.