Con esta vibrante trama de espionaje, la capacidad fabuladora de Torrente alza el vuelo para cuestionar temas como la libertad del individuo, la humanización de los robots, el progreso del conocimiento científico, la política de bloques y el poder de los Estados. Inspirada tanto en el mundo de la novela como en el del cine de los años veinte, Quizá nos lleve el viento al infinito es una bellísima, desconcertante y conmovedora historia de amor, metáfora de la identidad del hombre individual y del vivir colectivo.