Las cosas no pueden ir mejor dije, y por primera vez tuve la sensación de ser una privilegiada. Vivo en Colonia, en una bonita casa antigua en Südstadt, tengo una hija de cinco años preciosa, trabajo en una importante editorial y llevo un año separada. Y además levanté un poco la voz para resaltar la importancia de lo que iba a decir, estoy enamorada. Me pareció que mi breve biografía no sonaba nada mal.
Friederike Berger es una mujer fuerte por pura necesidad. Lleva 365 días sin marido y tiene tantas dudas como anhelos. Su hija pequeña y su peluche acaban todas las noches durmiendo con ella. Tiene un trabajo mal pagado como editora en Best&Seller y quince años de matrimonio a sus espaldas. Está a punto de cumplir los cuarenta y su mejor amiga la convence para pasar unos días juntas en el mar.Entre la locura de la vida diaria y el deseo de volver a ser feliz se desarrolla una historia conmovedora, a veces triste, a veces cómica, y con muchos giros sorprendentes: las andanzas de Friederike en busca del amor.