Esta fábula simple e ingeniosa puede aplicarse a todos los ámbitos de la vida. Con palabras y ejemplos comprensibles incluso para un niño, nos enseña que todo cambia, y que las fórmulas que sirvieron en su momento pueden quedar obsoletas. El "queso" del relato representa cualquier cosa que queramos alcanzar "la felicidad, el trabajo, el dinero, el amor" y el laberinto es la realidad, con zonas desconocidas y peligrosas, callejones sin salida, oscuros recovecos... y habitaciones llenas de queso.
Escrito por un autor de fama internacional, este relato está prologado por un renombrado consultor empresarial. Sus enseñanzas han servido de inspiración en todo tipo de compañías y organizaciones empresariales.