Un apasionado de las buenas formas en la mesa que se encuentra atormentado por la imperfección de su amada. Unos pacíficos turistas que se ven avasallados por niños y madres desalmados. Un marido que se considera engañado. Un profesor calvo. Una adicta a internet que se cita a ciegas con todo tipo de tarados. Un maniático de la limpieza que lo evita todo: hasta el matrimonio. Una mujer madura que quiere destaparse. Un padre obsesionado con su futuro Ronaldo. Un escrupuloso profesional que se ha hecho a sí mismo y jamás falla. Amantes muertos que siguen en activo. Una médium. Vendedores de humo. Grabaciones telefónicas que ponen de los nervios. Cuernos, cuernos y más cuernos. Personas plastas. Situaciones imprevistas. Sueños terribles. La infancia y el inconsciente, que se rebelan y dan el coñazo. Mucha culpabilidad. Muchos tornillos sueltos. Psicoterapeutas avezados con sus infalibles métodos. Defectuosos de fábrica. Más empanada mental. Cables cruzados que necesitan reparación. Y algún que otro ¿normal?
Seguro que usted no conoce nada de esto; que nunca se ha encontrado en situaciones tan ridículas ni con tipos tan raros. Seguro que en su mundo real predomina lo que es lógico y razonable; y que las personas que le rodean, usted mismo, tienen los cables en su sitio: son equilibradas, se sienten satisfechas y lo tienen todo claro. Seguro que si tiene la amabilidad de leer este libro, se reirá de tanta ficción. porque es imposible que existan tantos cables cruzados... ¿Se atreve a tirar la primera piedra?