En el islam, no hay nada más glorioso para un muyâhid, que convertirse en un mártir o shahîd. La participación y muerte en la yihad guerrera es uno de los mecanismos que tendrá el terrorista para conseguir un reconocimiento que va más allá de la vida, una recompensa a la que solo acceden aquellos que tengan el favor de Dios. En las innumerables clases, charlas y ponencias en las que desde hace años me veo inmerso, observo cómo las personas carecen de conocimientos profundos, más allá de lo divulgado por la prensa y definido por los profesionales del periodismo como fenómeno terrorista «islámico». Son muchos los canales de difusión encargados de transmitir la información que van recogiendo las personas en general, si bien diferentes intereses alejados de la imparcialidad y de la necesidad de saber y conocer de la ciudadanía hacen que los conocimientos se vean alterados, y si además nos encontramos con el inicio de una importante red de difusión con el objetivo de aumentar la islamofobia hacia todo lo relacionado con lo musulmán o, peor aún, hacia lo árabe, la realidad se verá francamente alterada. Desde hace, pues, mucho tiempo me planteé una posibilidad, la de crear una herramienta que ayudase, en este sentido, a conocer el mundo del terrorismo islámico o islamista, que sería su connotación más correcta, importante apreciación que incluso en el título del libro aparece como tal, no como confusión, sino como objetivo para intentar lograr que al lector, al final de su análisis, le queden despejadas dichas dudas y comprenda la diferencia de los términos y, cómo no, la comprensión de los mismos, ya que con frecuencia se confunden los significados de términos tales como árabe con musulmán, islámico con islamista, que como iremos descubriendo a lo largo de estas páginas tienen significados distintos e incluso contradictorios. El libro que ahora descansa sobre sus manos consta de cuatro partes entre sus diferentes capítulos y que representan los siguientes apartados: el primero consistiría en intentar entender el mundo islámico, para llegar al segundo que es no más que lograr interpretar el islam sin los ojos occidentales como sin duda lo haríamos nosotros; el tercero, diferenciar lo islámico de lo islamista y, cuarto, conocer los casos de terrorismo e intentar prevenirlos siendo consecuentes de la dificultad que ello conlleva.