El autor recoge en este libro muchas de las preguntas que neurólogos, tipógrafosy editores llevan años planteándose y resolviendo de modo individual. No es esta una respuesta más. Pero que nadie piense en un libro sobre lingüística cognitiva. Nada más lejos de la realidad. El lector, hoy amenazado por mil crisis, entre ellas la del libro o la lectura, encontrará en estas páginas muchas y nuevas razones para continuar leyendo y disfrutando de la lectura...en letra y, por qué no, en imágenes.