Con un estilo ornamentado y cuidado hasta el más pequeño de los detalles, Paco Tejedo nos conduce con maestría a conocer lo caro que puede resultarle a un pintor mantenerse fiel al arte en la España inquisitorial, lo peligroso de no saber distinguir el blanco del negro en una sociedad discriminatoria, la temeridad de decirle la verdad al poderoso aunque se haga mediante versos o hasta qué punto cruzar una calle puede convertirse en el último acto de tu vida. Unos cuentos que pretenden no dejar indiferente a nadie, aunque sea a punta de pistola.