¿Porqué la palabra eutanasia sigue siendo una palabra maldita? Nuestros derechos no serán plenos mientras no podamos decidir acerca de la propia muerte. Nuestras creencias, nuestra moral, nuestros prejuicios no deben nunca ser impuestos a otros y, en la actualidad, los miedos de unos están socavando los últimos días de la vida de otros.