Cuando entrega una tarjeta la pieza más pequeña de su imagen corporativa en la primera visita puede estar arriesgando un posible nuevo cliente: su tarjeta es una declaración de intenciones, la imagen de su empresaY la primera impresión es la que cuenta.
Su potencial cliente no se va a fijar tanto en si la tarjeta está impresa por la mejor imprenta de la ciudad sobre el papel más caro del mercado o es producto de una imprenta rápida digital, incluso si ha salido de la impresora de su oficina. Su cliente tomará buena nota de lo que el diseño, la imagen, de la tarjeta comunica de su empresa: una mala, mediocre o la Buena Imagen.
Y le propongo que se haga otra pregunta: ¿Cómo puedo saber juzgar si la imagen diseñada para mi pequeña, o mediana, empresa es la adecuada para alcanzar mis objetivos
EDUARDO OEJO