Marchante, evocando sus tiempos de corresponsal, se ha metido de lleno en el fango más nauseabundo. Ha viajado hasta Nigeria para conocer de primera mano los testimonios de mujeres que han logrado escapar del infierno de la trata, aunque no de sus duros recuerdos como mujeres prostituidas. También ha visitado otros territorios mucho más cercanos, y que son la vergüenza de España, como el Polígono Marconi. Con Puta no se nace, Karmele Marchante quiere contribuir como feminista a la lucha contra la violencia de género y dar voz a tantas mujeres silenciadas y estigmatizadas por ser víctimas de la esclavitud sexual.